La falta de lluvias traerá consecuencias ‘desastrosas’ para el sector si el agua no llega en lo que queda de febrero.
El año pasado fue la alta humedad y este año el principal problema de los agricultores de canarias es la falta de lluvia, que según Asaga -Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias- traerá consecuencias ‘desastrosas’ para el sector.
Los chubascos esporádicos que se han producido podrían salvar pequeñas cosechas de cereales, pero a falta de precipitaciones más ‘generosas’, éstas solo servirán para el forraje del ganado.
Se trata del invierno más seco del Archipiélago en los últimos 50 años y sus efectos negativos sobre el sector agrícola se están dejando notar sobre todo en zonas medianías y de cumbre de las islas occidentales y Gran Canaria, con especial repercusión en el cultivo de la papa y los cereales.