El Gobierno español resalta el hecho de que se trataba de una “manifestación ilegal” y admite la versión de Marruecos, que niega en rotundo las agresiones.
Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores se ha dado por zanjado el conflicto con el Gobierno de Marruecos después de que hace unos días unos activistas españoles denunciaran haber sido agredidos por la policía tras manifestarse pacíficamente en pro de los derechos de los saharauis. Juan Pablo de la Iglesia, secretario de Estado de Asuntos Exteriores, asegura que Marruecos ya ha ofrecido las explicaciones que el Gobierno español había demandado y que con ellas “se ha superado esta situación”. De esta manera, España admite la versión de que los activistas españoles en ningún momento fueron agredidos por las autoridades marroquíes dado que no existen pruebas que “avalen” esta versión, y lo que sí resulta evidente, en cualquier caso, es que “se trataba de una manifestación ilegal”.
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